martes, 21 de febrero de 2012

Puerto Madryn, 1910-1913: el duro comienzo.

  

Puerto Madryn, 1910 - 1913: el duro comienzo.

                Rudolf y Frieda llegaron a Puerto San Antonio el 12 de mayo de 1910. "Había dos barcos de la Hamburg Sud: el Columbus y el Mendoza. Los capitanes y oficiales subieron a nuestro barco y nos invitaron a cenar. Fue una velada muy divertida, los hombres tomaron bastantito y siempre o a mi salud o a la salud del capitán Lehmann que está de novio. Mi tesoro todavía buscó nuestro gramófono y bailamos y cantamos ... "
                " El sábado llegamos a Puerto Pirámides, un lugar muy pequeño, con muy pocas casas. La pobre gente ni tiene agua dulce ahí y muy pocos alimentos. Dependen completamente de lo que les traen los barcos. A mi me impresionó mucho."

                Llegaron a Puerto Madryn el 15 de mayo de 1910. La nueva casa estaba lista. Un nidito frente al mar, cómo ellos lo llamaban, hoy Julio A. Roca al 500, que a pesar de los años y gracias a quienes dieron valor a su presencia, se mantiene casi cómo un monumento a la colonización, y para nosotros un recuerdo permanente de parte de la familia que allí nacía, en un lugar -por entonces- tan remoto y tan solitario.
                Así se instalaron. Así comenzaron a construir su futuro. Y el nuestro. Los buques seguían recalando en Puerto Madryn. Sus capitanes y a veces algunos pasajeros eran invitados por Oma y Opa, brindándoles un momento agradable en tierra firme a todos los que tan lejos estaban de sus familias.

                En Madryn no había médico. Muchas veces Oma cuidó enfermos en su casa frente al mar.     " Yo últimamente tuve mucho trabajo. Primero curé a Don Enrique. Después a Mister Tetley y el 20 de junio llegó el Sr. Diego Meyer de Punta Arenas y enseguida a la cama con una fuerte gripe. Yo lo hice sudar y así lo curé, pero entonces le dio Flebitis en una pierna. Durante días le estuve haciendo cataplasmas, etc. Ahora está bien. Hoy fue a Trelew por 14 días. Aumentó un kilo y Mr. Tetley en cuatro semanas cuatro kilos!".

                La vida social también fue motivo de distracción. La señora James, que vivía en el casco de la Estancia Madryn, la buscaba de tarde y en sulky iban de visitas: Pujol, Gómez, Torrealba, ...
                Los carnavales siempre fueron una buena excusa para organizar grandes fiestas de disfraces. Prepararlos llevaba su tiempo, su paciencia y sus sorpresas! La señora James se disfrazó de caracol... Un vestido cubierto de caracoles, hermoso! ... pero tan rígido para sorpresa de todos y de ella misma que ... no podía sentarse !  La señora de Hansen prefirió disfrazarse de choclo... !

                  El corso era otra fiesta. De 18 a 19 horas se podía jugar con agua. No eran tiempos de tirar mucha agua porque debía comprarse a $ 1.- el tambor. También los confetis y serpentinas terminaban de adornar estos carnavales.
                El agua. Era casi un líquido precioso. La mayoría tenía sus techos limpios y juntaban cuando llovía (!?) en cisternas. Frieda llegó a almacenar 7000 litros, y su sentido de la caridad le permitió darles agua a los chicos que venían a pedirle.
                Muchas costumbres diferían de las conocidas en la patria tan lejana.
                - Rudolf, necesito carne para mañana. Donde debo comprar?
                - Yo me voy a ocupar Frieda de que te traigan.
                Al mediodía golpearon la puerta. Oma abre y se encuentra con un muchacho que traía una media res de capón al hombro.
                - Señora le traigo la carne de parte del señor Grimm.
                El muchacho tiró la media res sobre la mesa de la cocina y partió. Frieda miraba el capón de un lado y de otro sin saber por donde empezar a cortar y desarmar! Y menos que comida podía preparar con "esa" carne. Costaba $ 0,25 el kilo. Pero, consejos de amigas mediante, Oma terminó "canchera" y preparaba riquísimos asados.
        
Alguna vez viajaron a Trelew en tren. El viaje era sumamente lento, la trocha angosta y los ejes tan rudimentarios que paraban hasta 5 veces en los 60 kilómetros para que se enfriaran.
                Navidad de 1910. La primera Navidad en Madryn para Frieda. Cómo tener un arbolito de navidad en un desierto? El ingenio duró tantos años cómo que sus nietos siguieron la costumbre: con un palo de escoba perforado y puesto en una lata con arena, se colocaban en los agujeros ramas de jarillas, completando los adornos con velitas y papeles de colores. Eran hermosos y fragantes!

                1911. El Sr. Pujol compró el primer automóvil - un Ford - y se lo trajo Don Pedro Corradi.
            1912. Comenzaron a instalar la luz eléctrica en las calles de Puerto Madryn. También se terminó la nueva estación de ferrocarril y el cine.  Frieda y Rudolf hicieron su primer viaje en auto a Trelew, el que debió realizarse "sobre" las vías del ferrocarril. Todavía no había caminos.
                Ese mismo año Rudolf viaja a la cordillera en un carro importado de USA, tirado por 13 caballos, epopeya que dura dos meses. La difteria, el tifus, la tos convulsa eran las enfermedades con las que se enfrentaban. La difteria se llevó ese año a siete niños seguidos, tragedia que enlutó a Madryn.
                Frieda insiste ese año para que su prima soltera, Else, viniera de Alemania para estar con ellos. Se adaptó rápidamente a la Patagonia. Pronto se casaba con Guillermo Oetken, gerente de Braun & Blanchard en Ñorquinco.
                En 1912 nace Elsa. Mujeres valientes. Sin médicos en Madryn, los partos los atendía Doña Carmela Di Natale, mujer muy agradable y siempre dispuesta.

                1913. Oma y Opa se mudan. B & B tenían una casa para la Gerencia en B. Mitre y R.S.Peña. No podían mudarse sin festejar. El 9 de julio invitan a 60 amigos a una cena con baile Empezaron a las 21 hs. y terminaron a la seis de la mañana... Entre otros invitados se publicó que asistieron Jorgelina e Irene Leroux, Celina Gimenez, América Bois, Polly Lloyd Jones, Maud Theobal, Orlina Spanish, Helena Tschudi, Elsa Blumenthal...
                Fueron años difíciles para Frieda, nuestra querida Oma. Rudolf  trabajaba muchísimo en el escritorio. Se levantaban casi siempre a las cinco de la mañana. Su "tesoro" venía al mediodía a almorzar, y de noche volvía muchas veces a las once o doce de la noche!
                El viento y la tierra le llevaron su buen tiempo de amarguras hasta que aprendió a convivir con ellos. Escribía a sus padres  (23-01-1911):
                " Si ustedes me vieran acá sentada, se agarrarían la cabeza por la suciedad que me rodea, no se dan una idea!  Lo que pasa es que hace tres días sopla el viento noche y día en forma de tormenta. El que nunca lo vivió no se puede dar una idea de lo que significa esto. Grueso cómo un dedo estaba el polvo sobre todos los muebles. "

                En Puerto Madryn las verduras eran un lujo. Los huevos también. Pero Frieda comenzó a criar sus gallinas y sus pollitos.
                Y así, con muchas dificultades e imaginamos dolor inexpresado, porque en sus cartas siempre hablaba de lo feliz que era, comenzaron su nueva vida en Argentina.

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