domingo, 12 de febrero de 2012

Puerto Madryn, 1964-1974: los últimos años laborales de un largo y difícil camino.






Puerto Madryn, 1964-1974: los últimos años laborales de un largo y difícil camino.

                Hannes siguió cómo gerente de Arraraz hasta el año 1974 en que finalmente se jubila. Final merecido - coincidirán - de un largísimo camino laboral y de penurias que iniciara en 1935, casi 40 años antes,  en Porto Alegre.

                Frieda, que lleva la genética Grimm, esto es habilidad comercial, habiendo renunciado a la Dirección General del Menor en la Provincia del Chubut, inicia en sociedad con José Arraraz una mueblería y artículos del hogar en Puerto Madryn, ubicándose en Roque Saenz Peña 63.







                Durante muchos años, hasta 1971 y con la ayuda de Mariane Seibt y José Triburcio comandó el negocio que funcionó de maravillas y que se llamaba Mueblería Arraraz.
                Este negocio, del que participaban por mitades con Arraraz, el trabajo de gerente de Hannes y la venta al fin de Los Cuervos, les permitieron comprar una hectárea en El Bolsón, con una hermosa casita, en el año 1969.

                Frieda también ingresa a la jubilación en el año 1974, y al fin entonces, cómo cuando termina un largo día de esfuerzo y sudor, pudieron los dos sentarse en la reposera de la tranquilidad, a mirar un pasado tan difícil, pero también a disfrutar de sus tres hijos, criados, educados y cada uno con la familia propia en marcha.



                En Frieda y Hannes existió el sistema de compensaciones. La vida nunca les fue fácil. Pocas parejas quizá tuvieran tantos escollos desde que se conocieron hasta que se jubilaron. Pocas parejas quizá tuvieron que empezar tantas veces de cero.
                Pero a los dos los acompañó la salud -salvo inconvenientes puntuales - y la familia, los hijos que generaron, porque al fin pudieron ayudarles siempre a los tres, les fue más fácil que a ellos todo, y las respectivas familias que formaron crecieron ordenada y armoniosamente.
                Quizá es poco premio para una trayectoria cómo la vivida. Pero para ellos fue el mejor y para sus hijos, verlos sanos, felices y viajeros - cómo verán muy viajeros! - también.

                Y así fue que comenzaron ésta etapa de jubilados, recordando tantos acontecimientos vividos, en El Bolsón, casa-quinta en la que durante muchos años cosecharon satisfacciones, amigos, ... frutas y verduras !

No hay comentarios:

Publicar un comentario