lunes, 13 de febrero de 2012

Puerto Madryn, 1948-1959: la familia se ordena y se tranquiliza.



Puerto Madryn, 1948-1959: la familia se ordena y se tranquiliza.

                - Olha siñor, alá ese bonito cavallo ... !
                Victor Morón, Director de la Escuela Primaria Tomás Espora miró con asombro y simpatía al rubio pequeñito que le hablaba en portugués.
                Pedro asistió toda su primaria a la escuela  "de la Loma". Su primer año con una mezcla de portugués y castellano.

                Doris, más pequeña aún, comenzó al siguiente año su primaria en la "de abajo", la nº 27 que se construyera por gestión de su abuelo. El 23 de abril de 1948 nace el tercer hijo: Juan Carlos, llamado Hansi un diminutivo alemán de Hans.

                Mientras tanto, Hannes y Frieda de las piezas que Oma y Opa les habían facilitado a su llegada, se mudaron primero a una casita que pudieron alquilar en la calle Albarracín, y más adelante  a Julio A. Roca al 700. Esta casa la había construido Enrique Suhr, gerente de Diego Meyer y Cia. : soltero, Suhr, tenía en sus planes casarse y era previsor. Sin embargo su novia no quiso seguir siendo novia, Suhr no pudo casarse y la casa finalmente fue alquilada por Hannes y Frieda. Años más tarde fue comprada por la Familia Bezunartea, Don Pancho y Doña Gene, que tan buenos vecinos fueron durante tanto tiempo.
                También vivieron en la casa que les brindó Diego Meyer y Cía. hasta que en 1951 terminan la actual propiedad de Julio A. Roca 727, vecina a la de Bezunartea.


                Habían comprado el terreno  y casi todos los ladrillos con mucho sacrificio. El Banco Hipotecario Nacional les otorga un crédito de $ 41.000 para construir, que devolvían en cuotas de $ 1394 semestrales. La famosa inflación irrumpió en la vida de los argentinos, y aunque más desapercibida que en épocas más recientes, les facilitó muchísimo la devolución.
                Un año después de que Hannes comenzara su trabajo en Meyer, a Frieda le ofrecen trabajar de escribiente en el Hospital de Madryn.

                En 1949 el Dr. Andrés Isola, de quien todos guardan tan especial, afectuoso y agradecido recuerdo por su actitud desinteresada en favor de la salud de sus pacientes, quién era Director del Hospital, le ofrece a Frieda el cargo de Administradora Delegada, cargo que por primera vez en la historia del Hospital era ejercido por una mujer.
                Fue así que la familia Bertram comenzó a transitar una etapa de mayor tranquilidad y estabilidad. Hans tenía un buen trabajo en Meyer, Frieda lo mismo en el Hospital y Pedro y Doris cursaban normalmente sus estudios primarios.

                Entonces les tocó a los chicos tomar responsabilidades de adultos,  anticipadamente para la edad que tenían.
                No sólo estudiaban. Debían cocinar, cuidar a Juan Carlos, regar, darle de comer a las gallinas, en invierno cortar leña, hacer las camas ...
                En 1953 Pedro comienza sus estudios secundarios en Trelew. Los deja en 1955, en tercer año, porque su interés era trabajar en lanas, decisión que el tiempo y los años demostraron por demás acertada.
                En 1954 Doris cursaría su último año de primaria, llevando el primer día de clase a su hermanito Juan Carlos que recién la comenzaba.

                Todos tuvieron la felicidad desde diciembre de 1953 hasta abril de 1954 de recibir a Mumfi y Guschen en Puerto Madryn ! Finalmente, luego de casi 18 años de separación, de tanto sufrimiento, dolores, guerras, campos de concentración, dificultades, Guschen y Mumfi se reencontraban con Hannes quién pudo presentarles su querida familia en la calma que sucede a las grandes tormentas.



                Las cosas mejoraban para todos. En Alemania. En Argentina. Así Frieda y Hans pueden viajar a Alemania desde marzo de 1958 hasta junio del mismo año y reencontrarse con su familia.

Fue el primero de tres viajes que hicieron. Viajaron en el Río Bermejo de ELMA.
                Otra gran alegría llenó la casa Bertram desde diciembre de 1959 hasta abril de 1960, cuando Mumfi y Guschen volvieron a Puerto Madryn por segunda vez. Nos quedan algunas anécdotas de estos viajes.
                - Wo ist Comodoro Raivadavaia ... ? Mumfi nunca pudo pronunciar Rivadavia.
                En viaje de turismo, por Paso de Indios,  unos 20 km. antes de llegar, donde pasarían la noche, iba caminando un policía y otra persona.
                - Señores, no me podrían acercar a Paso de Indios?
                - Sí cómo no -contesta Hans- lo único que hay lugar para uno sólo.
                - No hay problemas, "él" sigue caminando.
                - Te espero mañana tempranito en la comisaría eh! ?
                Mumfi y Guschen no lo podían creer. "El" era un preso. Supusieron que desaparecería, lo que el policía les aseguró que no. Y efectivamente al día siguiente el preso llegó a Paso de Indios.
                En Puerto Madryn Mumfi solía hacer mandados acompañada por Doris que oficiaba de traductora. Quedó en el recuerdo ...
                - Medio kilo de queso señor por favor.
                El almacenero cortó y pesó: medio kilo. Estaba por envolverlo ...
                - Señor yo le pedí medio kilo de queso. La cáscara no corresponde! Difícil trabajo de la traductora, que tuvo que explicar que la abuela venía de Alemania donde por lo que le decía el queso se vendía sin cáscara!
                Fueron a conocer Esquel, los lagos y la cordillera. Faltaba combustible en Las Plumas, donde pasarían la noche. Pero Hannes, previsor y conocedor de la patagonia, llevaba un bidón con 25 litros de nafta. Durante la cena se comentó la situación.
                A la mañana siguiente Hannes, Frieda y Pedro estaban desayunando cuando llegó Guschen con un fuertísimo dolor de cabeza. Más tarde llegó Mumfi.
                Cómo Hannes había terminado fue al auto a prepararlo para seguir viaje y agregar el bidón de combustible. Pero el bidón no estaba.
                - Nos robaron la nafta!
                - No -aclaró Mumfi- cómo yo escuché que no había y tenía miedo de que la robaran, cuando todos estaban acostados fui al coche y la llevé a nuestra habitación!
                Pobre Guschen. Todos comprendieron porqué tanto dolor de cabeza!



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